Gaitero
Todos los días practico gaita en un parque.
Hace unas tardes, cuando iba al parque,
justo después de saludar a mi vecino de abajo
que es carnicero, me pareció divisar a lo lejos
a Euterpe, la musa de la música, aunque también
parecía una odalisca cubierta de letras árabes.
Fue un destello.
Un rugir de harmonías entre
pensamientos y corazón (recordé el corazón alambrado
del carnicero). Ataqué mi instrumento con la
pasión de la visión pa sacarme de donde no estoy.
Dejé marcas en los árboles con las manchas de mis notas,
intentando acercame a lo que espero y que no se.
Esa harmonía mágica de saber.
Parar la arritmia y tomar el paso de esta música de
mis ancestros gallegos, melancólicos como yo
buscando lo que no se encuentra
sintiendo lo que ya no está
quizas y vuelva a pasar.
Hace unas tardes, cuando iba al parque,
justo después de saludar a mi vecino de abajo
que es carnicero, me pareció divisar a lo lejos
a Euterpe, la musa de la música, aunque también
parecía una odalisca cubierta de letras árabes.
Fue un destello.
Un rugir de harmonías entre
pensamientos y corazón (recordé el corazón alambrado
del carnicero). Ataqué mi instrumento con la
pasión de la visión pa sacarme de donde no estoy.
Dejé marcas en los árboles con las manchas de mis notas,
intentando acercame a lo que espero y que no se.
Esa harmonía mágica de saber.
Parar la arritmia y tomar el paso de esta música de
mis ancestros gallegos, melancólicos como yo
buscando lo que no se encuentra
sintiendo lo que ya no está
quizas y vuelva a pasar.
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